Lic. Daniel O. Bustamante |
En nuestra práctica en Clínica Psicológica, el proceso de separación o divorcio se percibe como un último recurso en situaciones de conflicto que han agotado las posibilidades de resolución dentro de una pareja.
El fracaso de los intentos de solución suele estar arraigado en motivos que a menudo la propia pareja desconoce. El estrés derivado de la pérdida gradual de espacios individuales, desplazados por las nuevas responsabilidades que impone la convivencia, obstaculiza la capacidad de percibir y escuchar las necesidades genuinas de la pareja.
La presencia potencial de factores adversos, ya sean laborales, económicos, familiares o sociales, tiende a contaminar y dificultar aún más la comunicación, debilitando la estabilidad del vínculo.
Por lo tanto, la efectividad de nuestro enfoque profesional en las Terapias de Pareja radica en el análisis y la identificación de los espacios individuales que han sido postergados durante la convivencia, así como en la implementación de nuevas formas de comunicación, conciencia y aceptación de las diferencias individuales por parte de ambos miembros de la pareja.
La aceptación, valoración y respeto del mundo subjetivo de cada individuo se considera fundamental para mantener una relación saludable tanto con la pareja como con el entorno social que nos rodea.
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